Tu intestino está plagado de millones de bacterias. Todas esas bacterias constituyen la mayor parte del microbioma de nuestro cuerpo. La clave para una buena salud intestinal es mantener un equilibrio entre las bacterias buenas y malas en el microbioma. Si su intestino está actuando de manera diferente a lo normal, podría estar desequilibrado. Un intestino desequilibrado puede conducir a experimentar una serie de problemas de salud.
Se presenta estreñimiento, hinchazón, gases, calambres estomacales, reflujo ácido o acidez estomacal. Pero, son sintomáticos de un intestino desequilibrado. Un sistema digestivo saludable tendrá menos problemas para procesar los alimentos y deshacerse de los desechos.
Perder o aumentar de peso sin cambiar la dieta o los hábitos de ejercicio puede indicar directamente un intestino no saludable. Un intestino que no está equilibrado puede tener problemas para absorber nutrientes, regular el azúcar en la sangre, indicar que está lleno y almacenar grasa. La falta de diversidad en el microbioma intestinal puede ser un precursor de la obesidad que puede conducir a condiciones de salud aún más graves, como enfermedades cardíacas y diabetes.
Estar constantemente cansado, incluso antes de que comience el día, puede ser una indicación de que tu intestino está fallando. La falta de diversidad en las bacterias intestinales se ha relacionado directamente con la falta de energía, la fatiga crónica y los trastornos del sueño como el insomnio y el sueño inquieto. La serotonina, una hormona que afecta el sueño y el estado de ánimo, se produce en el intestino. Un intestino que no funciona correctamente puede tener dificultades para producir o regular la serotonina, lo que puede afectar su capacidad para tener una buena noche de sueño reparador.
La salud intestinal afecta todo, incluso la piel. Las condiciones como el eczema y el acné se han relacionado con la inflamación en el intestino causada por alergias a los alimentos, una dieta deficiente y la falta de bacterias intestinales buenas. Cuando el intestino está desequilibrado con más bacterias dañinas que buenas, puede causar estragos en la piel.
Cuando surge el término “intolerancia alimentaria”, muchas personas piensan en las alergias alimentarias. Pero, el hecho de que un determinado tipo de alimento, como los lácteos o el trigo, le produzca malestar estomacal no significa necesariamente que tenga una alergia, o incluso una intolerancia. La razón por la que ese alimento en particular te está causando molestias gástricas es que tu microbioma probablemente esté desequilibrado. Es posible que su intestino simplemente carezca de suficientes bacterias buenas necesarias para descomponer de manera efectiva ciertos alimentos.
Se ha demostrado que el intestino tiene tanta influencia sobre las funciones del cuerpo que a menudo se lo conoce como su "segundo cerebro". Las investigaciones confirman una y otra vez que cosas como la ansiedad, la depresión, los cambios de humor y la salud emocional están ligados al estado de tu intestino. La presencia de buenas bacterias en el intestino apoya la producción y regulación de importantes sustancias químicas que mejoran el estado de ánimo, como la dopamina y la serotonina.
La dieta tiene un gran impacto en la salud intestinal y el equilibrio de bacterias buenas y malas. Reducir la cantidad de alimentos procesados, altos en azúcar y altos en grasa puede conducir a un intestino más saludable. Apunta a una dieta balanceada que incluya muchos alimentos de origen vegetal, proteínas magras y fibra.
Dormir lo suficiente puede ayudar a promover un intestino sano. La privación del sueño puede conducir a una disminución de las bacterias intestinales beneficiosas. A su vez, la falta de bacterias beneficiosas en el intestino puede provocar más problemas para dormir. Es un círculo vicioso.
Agregar más químicos y medicamentos al intestino solo exacerbará cualquier problema que ya tenga. Si bien algunos medicamentos son realmente necesarios y tienen un propósito, como los antibióticos que salvan vidas, limítelos a lo que realmente necesita y a lo que recomienda su médico. Los antibióticos, por ejemplo, pueden agotar totalmente las bacterias buenas en el intestino mientras combaten las bacterias malas. Otros medicamentos como los AINE, los antiácidos, los anticonceptivos, los esteroides y los sustitutos hormonales también pueden dañar las bacterias buenas de su intestino.
Una excelente manera de mejorar su salud intestinal es agregar un prebiótico y un probiótico a su dieta. Los prebióticos se pueden agregar fácilmente a su dieta al comer más alimentos como plátanos, ajo, cebollas y verduras de hoja verde. Los probióticos se pueden encontrar en el yogur y los alimentos fermentados como el chucrut, el kimchi, la kombucha, las verduras en escabeche no pasteurizadas y el kéfir. Ambos también se pueden agregar como suplementos dietéticos, pero consulte con su gastroenterólogo para asegurarse de que está tomando suplementos de alta calidad que no terminarán dañando aún más su bioma intestinal.
Una de las formas más simples de promover una buena salud intestinal es beber más agua. El aumento de la ingesta de agua puede ayudar a mantener las cosas en movimiento en el tracto digestivo y promover un equilibrio saludable de bacterias intestinales. Evite reemplazar el agua con cosas como bebidas con cafeína o alcohólicas que pueden irritar aún más su intestino.
Es más fácil decirlo que hacerlo, pero reducir el estrés puede ayudar a equilibrar el intestino. Pequeños cambios como salir a caminar, recibir un masaje, hacer yoga o algo tan simple como reírse un poco pueden reducir las hormonas del estrés y permitir que el intestino produzca más serotonina y dopamina.