Hay una serie de razones por las que la mayoría de las personas podrían hacer más ejercicio, pero para aquellos que experimentan molestias gastrointestinales crónicas, un beneficio supera a todos:el alivio del dolor y el estreñimiento.
Físicamente, el ejercicio promueve un sistema digestivo saludable al mantener las cosas en movimiento y promover el metabolismo de la glucosa. Mentalmente, la actividad física reduce el estrés, que es un conocido exacerbador de problemas gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable.
Pero antes de salir a la calle, obtenga más información sobre cómo ciertos ejercicios pueden aliviar la incomodidad y por qué sería mejor tomárselo con calma, especialmente si no está acostumbrado a estar activo. Además, siempre es una buena idea hablar con su médico sobre cualquier cambio en el estilo de vida y cómo podría afectarlo.
A veces la solución más simple es la mejor. A menos que sepa que su cuerpo puede manejarlo, trate de evitar correr o trotar porque este tipo de actividad intensa puede desencadenar un brote o simplemente ser incómodo. Si necesita más actividad, intente caminar cuesta arriba o ajuste la inclinación de su caminadora, según lo recomendado por WebMD. Cuando camine afuera, puede ser una buena idea saber dónde hay baños en su ruta.
Incluso si sus problemas digestivos son leves, salir a caminar después de una comida puede ayudar a aliviar la presión de los gases, según un estudio realizado por investigadores del Hospital Universitario de Heidelberg en Alemania. Los autores determinaron que esto era mucho más eficaz que tomar un espresso o un digestivo después de las comidas.
Las personas que practican yoga a menudo ven beneficios mentales y físicos notables en este antiguo ejercicio. En particular, se ha demostrado que el yoga reduce los síntomas del síndrome del intestino irritable. La práctica alienta a las personas a prestar mucha atención a las señales corporales, lo que ayuda a los practicantes a notar cuándo algo anda mal, cuándo un movimiento se siente beneficioso y cómo concentrarse en la respiración para hacer frente a la incomodidad.
Las posturas de descanso, como giros suaves y flexiones hacia atrás con apoyo, son accesibles para casi cualquier persona y brindan atención al abdomen para ayudar a reducir la tensión. Si está interesado en una práctica de yoga más activa para aliviar los síntomas del SII o la colitis, consulte con su médico y busque un instructor que tenga experiencia en enseñar a personas con trastornos gastrointestinales.
Los ejercicios discutidos aquí pueden ayudar a promover un peso saludable, pero no son necesariamente lo suficientemente vigorosos como para conducir a una pérdida de peso significativa. Si tiene SII y necesita perder peso, usted y su médico deben desarrollar cuidadosamente su régimen. Fíjese un objetivo y discútalo con su proveedor de atención médica para determinar la forma más segura y sostenible de alcanzar un peso corporal saludable y mantenerlo.