La enfermedad celíaca es una enfermedad poco común en la que su sistema inmunológico ataca las células que recubren el intestino delgado. La reacción es provocada por la gliadina, una de las proteínas del gluten que se encuentra en el trigo y algunos otros cereales. La reacción inmune resulta en inflamación y destrucción de las células del revestimiento intestinal. La destrucción del revestimiento afecta la capacidad del revestimiento para funcionar normalmente, particularmente en la absorción de alimentos, incluidos los macronutrientes (grasas, proteínas y carbohidratos) y los micronutrientes (vitaminas y minerales). Por lo tanto, aunque algunos de los síntomas de la enfermedad celíaca pueden ser el resultado de la inflamación y la destrucción en curso, la mayoría de los síntomas son el resultado de la malabsorción. La presencia de la enfermedad celíaca por lo general se sospecha sobre la base de los síntomas, pero el diagnóstico se confirma con una combinación de análisis de sangre y una biopsia del intestino. Es común tanto en hombres como en mujeres.
La grasa es el macronutriente más comúnmente malabsorbido. La reducción de la absorción de grasas reduce mucho la ingesta de calorías (al igual que la malabsorción de proteínas e hidratos de carbono aunque en menor grado), y eso provoca la pérdida de peso. La grasa mal absorbida dentro del intestino distal es digerida por las bacterias intestinales. Las bacterias descomponen la grasa en compuestos más pequeños que provocan la secreción de líquido en el intestino que puede provocar diarrea. La distensión abdominal y/o los gases (flatulencia) que se producen en la enfermedad celíaca pueden deberse a la malabsorción de carbohidratos ya la formación de gases a partir de los carbohidratos por parte de las bacterias intestinales. La malabsorción de proteínas en la dieta conduce a una deficiencia de proteínas dentro del cuerpo que puede resultar en atrofia muscular y albúmina sanguínea baja (la proteína más abundante en la sangre) que resulta en hinchazón de los tobillos (edema).
Los síntomas de las deficiencias de micronutrientes varían ampliamente según la deficiencia. Algunas de las deficiencias más importantes incluyen la deficiencia de hierro, que puede provocar anemia y fatiga, así como la deficiencia de vitamina K, que puede provocar anomalías en la coagulación de la sangre y hematomas o sangrado excesivos. Las deficiencias de calcio, magnesio, vitamina B12, tiamina, ácido pantoténico y vitamina A pueden provocar síntomas neurológicos, mientras que las deficiencias de calcio y vitamina D pueden provocar huesos debilitados y fracturas.
La enfermedad celíaca está asociada con varias otras enfermedades autoinmunes que pueden causar sus propios síntomas. Estas enfermedades incluyen dermatitis herpetiforme, un tipo de erupción cutánea, diabetes tipo 1 e inflamación de la tiroides.