La mirada del paciente tiene mucha valor relativo. Tal apreciación de este indicio a typroidnye las peritonitis, a diferencia de su apreciación a otras enfermedades agudas del vientre, debe ser hecha en razón de que los enfermos de tifus no tienen un tránsito agudo del tipo que indica la salud completa a doloroso. Sin embargo, AA K y d I am N, deteniéndose en esta pregunta, encuentra en la cara del enfermo de tifus a las perforaciones aquellos cambios que pasan a cualesquiera peritonitis perforantes, pero, creo que estos cambios, si se encuentran, no son tan aliviados y demostrativo como, por ejemplo, a las perforaciones piloroduodenalnyh de las úlceras. En los casos de la aparición de estos cambios en el tipo de los enfermos de tifus, se puede estimar que observan constantemente al personal enfermo, que obrar en consulta por el cirujano.
Punto muerto eny temperaturas . Este síntoma no es específico, puesto que puede manifestarse a las hemorragias intestinales considerables y observarse después de la acción abundante del intestino, después de la aplicación de los procedimientos febrífugos y los medios medicinales y hasta a la curación con el descenso crítico de la temperatura. El valor esencial para el diagnóstico tiene solo una combinación de caída de temperatura con signos peritoneales. La observación siguiente puede servir de ejemplo.
La enferma, de 32 años, está enferma el 14 día. Por la mañana del 24/V 1930 g pulso 80, buen relleno. El vientre está un poco hinchado, a la palpación duele en las dos regiones ilíacas. Por el día del mismo número el cirujano anotaba:"Los dolores abdominales independientes. El vientre bruscamente intenso, muy doloroso a la palpación. El vientre no puede respirar. En la cavidad abdominal el líquido. El pulso 90. La leucocitosis — 5400. La temperatura 36 ° . La operación — se cose la úlcera rota del intestino ilíaco. 29/V el paciente falleció. En la curva de temperatura de este enfermo había una caída brusca correspondiente a la perforación con el choque inicial. En el período postoperacional se observaba una nueva elevación de la temperatura, y luego — el descenso lento hasta el día de la muerte. Sería erróneo contar, sin embargo, el descenso semejante de la temperatura (medido en el hueco de la axila) patognomónico, puesto que no se observa en absoluto la perforación, y si pasa, es tan de corta duración que al registro regular de la temperatura tomada solamente por la mañana y horas de la tarde se mira a través.
Cambio de frecuencia del pulso. Habitualmente el pulso a la fiebre tifoidea que pasa normalmente es igual a 70—90 pulsaciones por minuto. Parecería que en su aumento a las decenas de los golpes en relación a otros síntomas que indican la perforación, es posible ver la confirmación esperada
del diagnóstico. Así es a menudo también que se ve por lo menos de la historia clínica siguiente.
La enferma, 21 años, está enferma de fiebre tifoidea el 11 día. Por la mañana del 25/IX 1936 g pulso 84. Silla de 1 vez el día anterior. Objetivamente. El estómago duele un poco. Ruidos en la zona del íleon derecho. El mismo día a las 17 horas 25 minutos después de la lavativa había una caída aguda de la actividad cordial. Es difícil contar el pulso. Palidez, cianosis. El estómago está inflado, doloroso a la palpación. Funcionamiento inmediato. Una úlcera perforada se cose y la segunda úlcera, lista para la perforación, se sumerge bajo una costura en bolsa de tabaco. Al día siguiente el paciente falleció. Sin embargo no siempre la perforación comienza a los enfermos con el pulso inherente a la corriente regular de la fiebre tifoidea. Con frecuencia a la perforación se junta el tifus que pasa con la intoxicación cruel, que se acompaña de la miocarditis con el pulso de 100 pulsaciones por minuto y más. A los procesos acompañantes neumónicos (neumonía) también puede acelerarse el pulso. Por lo tanto, la aceleración del pulso en el período de tifus sin otros signos de perforación acompañantes no resuelve el diagnóstico en absoluto. Es digno de mención todavía que a las perforaciones a los enfermos de tifus no notan las demoras del pulso, como sucede a las perforaciones a la infección intacta de los enfermos (cm. La parte general).
El valor más grande, que los cambios de la temperatura y el pulso, tienen los indicios Relativo a una cavidad abdominal. De ellos de la manera más cuidadosa estimación:
- la tensión de la pared celiaca, local y general,
- distensión abdominal,
- hiperestesia de la piel,
- desconexión de la pared abdominal por la respiración,
- desaparición de la matidez hepática y esplénica,
- disponibilidad de líquido en una cavidad abdominal,
- vómitos, hipo, otthozhdeniye retraso calla y gases,
- dolor en una cavidad de un duglasov de espacio.
Aparentemente, entre los síntomas enumerados no hay ninguno, que se observaría solamente a la perforación de la fiebre tifoidea. Cada uno estos indicios y todos ellos tomados juntos se observan a las peritonitis distintas, pero es importante solamente uno que a las perforaciones tiproides puede ser el indicio de la tensión de la pared celiaca, pero no puede ser.
Excepto estos los indicios, general para las peritonitis, describa aún otros, como si fueran síntomas más específicos.
- S. V. Levashev (1890) recomienda escuchar el paso de los gases en la cavidad peritoneal por medio del estetoscopio:el sonido de la entrada del gas en el líquido se nota mejor a la inspiración profunda.
- Braun (1909) notaba dos nuevos indicios de la perforación:a) apretando el estetoscopio al polo ilíaco derecho, él 3 veces de 7 casos los primeros minutos después de la perforación observaba el sonido del crepitamiento delgado que recuerda la fricción de dos superficies ásperas; b) habiéndose definido una contractura muscular fácil en el hueco ileal derecho, después de que el paciente volteó sobre el lado izquierdo pudo observar movimiento y contracturas del partido izquierdo.
Los signos clínicos de las perforaciones typroid son los generales.