La función principal de su sistema inmunológico es monitorear los signos de invasión o peligro y protegerlo de bacterias o virus dañinos. Al mismo tiempo, las células inmunitarias deben tolerar los alimentos que consume, su microbiota intestinal inofensiva y las células de su propio cuerpo que necesita para sobrevivir.
Como ha sugerido Ranjit Kumar Chandra, su sistema inmunológico puede entenderse como un paraguas que lo protege contra los ataques de organismos patógenos, toxinas y otras agresiones. También es importante recordar que el sistema inmunitario se desarrolla junto con la microbiota intestinal desde los primeros años de vida y que la microbiota es como una especie de entrenador personal del sistema inmunitario, que prepara al cuerpo para combatir infecciones y algunas enfermedades.
Una buena nutrición es importante para la salud inmunológica y de la microbiota intestinal. La desnutrición (p. ej., una dieta deficiente), así como comer en exceso (p. ej., un exceso de alimentos cargados de azúcares, grasas y sal) pueden comprometer el sistema inmunológico, lo que lleva a una mayor susceptibilidad a las infecciones. Otros factores, como la edad, el estrés, la falta de sueño y descanso y las enfermedades crónicas, también pueden hacer que este escudo protector se desequilibre.
Su dieta le proporciona los nutrientes que son los componentes básicos necesarios para garantizar la salud y el funcionamiento adecuado de las células inmunitarias, que tienen una gran demanda de energía y nutrientes. A veces, el funcionamiento de las células inmunitarias implica una mayor demanda de energía (p. ej., en infecciones virales como la COVID-19), pero es poco probable que los alimentos o nutrientes individuales ofrezcan una protección especial.
Cuando se trata de la dieta y la función inmunológica, Andrea Hardy, dietista canadiense especializada en salud intestinal, explicó a GMFH por correo electrónico que “es importante recordar que más no es necesariamente mejor. Obtener cantidades adecuadas de todos los nutrientes y prevenir las deficiencias es clave, especialmente en las poblaciones en riesgo, como los ancianos o las personas con afecciones médicas crónicas, que pueden tener una dieta menos variada por razones médicas o sociales”.
En los humanos, los nutrientes que se necesitan para que el sistema inmunitario funcione de manera efectiva incluyen:
Todos estos elementos se encuentran en una variedad de alimentos vegetales y animales.
También necesita alimentar su microbiota intestinal para un sistema inmunológico bien equilibrado. En ese sentido, las bacterias beneficiosas que se encuentran en los probióticos (aportadas por los alimentos fermentados en particular) y las fibras prebióticas que alimentan la microbiota intestinal (que se encuentran en las cebollas, el ajo, los plátanos y las alcachofas) son todas necesarias.
Tanto los probióticos como los prebióticos pueden funcionar individualmente o en sinergia con proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales para mejorar la salud de su microbioma intestinal y la integridad de su barrera intestinal, evitando que los patógenos entren en su intestino.
Según Andrea Hardy:"Nuestra función inmunológica está involucrada en una amplia variedad de nutrientes, por lo que llevar una dieta variada es la mejor manera de garantizar la adecuación".
Sin embargo, si no puede cumplir con su objetivo diario de verduras frescas, Andrea Hardy reconoce que los nutrientes clave que se encuentran en las frutas y verduras aún permanecen en los alimentos enlatados y congelados, que pueden usarse ocasionalmente para solucionar problemas.
Nada de lo que coma evitará que contraiga infecciones y enfermedades, pero una dieta rica y variada brindará apoyo para que un sistema inmunitario y una microbiota intestinal adecuados puedan funcionar. En lugar de centrarse en un alimento o nutriente individual para reforzar sus defensas inmunitarias, es mejor centrarse en una dieta sana, variada y bien equilibrada que proporcione los nutrientes necesarios para mantener su sistema inmunitario y microbiota intestinal en buen estado.
Referencias:
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