El gran material que los cirujanos acumulan para la mitad de los nuestro siglo convence que el tratamiento operativo de la peritonitis neumocócica en su fase aguda, ed justamente cuando se incluye en el grupo de las enfermedades integradas por el nombre "el abdomen agudo" no sólo es inútil, sino también en la mayoría de los casos hasta nocivo. Se sabe que las operaciones tempranas dan a la peritonitis neumocócica cerca de 90 % de la mortalidad, mientras que a las operaciones avanzadas, en la fase del absceso saculado, la mortalidad cae hasta 10 % y más abajo. La mortalidad más grande se observa a operado durante el período de 5 a 14 día del comienzo de la enfermedad y alcanzan 88 % (IE Surin), 100 % (SA Mezenev).
La peritonitis, el satélite constante "agudo abdomen", representa en la mayoría de los casos solamente la consecuencia de otro proceso patológico en la cavidad abdominal (la apendicitis, la úlcera de estómago, la impracticabilidad etc.), a la intervención temprana operativa dirigida al foco principal de la enfermedad se restablece, sin exigir las medidas adicionales. Habiendo terminado el tratamiento del centro primario, el cirujano moderno no se preocupa por la evacuación completa del pus de la cavidad abdominal, especialmente porque esto, en esencia, es impracticable, y cose la cavidad abdominal herméticamente, recibiendo los mejores resultados de tal método de tratamiento.
Absolutamente de otro modo es la situación a aquellas formas de la peritonitis, donde el primer foco falta, donde la peritonitis con relación a la cavidad abdominal es la enfermedad primaria; aquí en la mayoría de los casos nuestros esfuerzos de operaciones se quedan estériles.
La peritonitis neumocócica se refiere justamente a aquellas formas de la peritonitis que se refieren a la categoría primaria, por lo menos respecto a la cavidad abdominal.
Ahora es posible hablar de cuatro vías de la penetración de los neumococos en la cavidad abdominal.
La primera vía — hematógena; se observa a la gripe, la neumonía, la pleuresía. Son descritos los casos de la derrota simultánea neumocócica de la pleura, el peritoneo y la membrana sinovial de las grandes articulaciones.
La segunda vía ha demostrado Mack-Kartni — la vía sexual. La peritonitis neumocócica de las muchachas de la edad preescolar (de 4 a 9 años) este autor explica la derrota preferencial que a esta edad comienza la abertura vaginal, y el secreto vaginal conserva la reacción alcalina y, así, las condiciones para el desarrollo neumocócico se crean vulvovaginitis. De la vagina los microbios caen también en la cavidad abdominal.
Sin embargo, cuando a las peritonitis neumocócicas había una vulvovaginitis neumocócica indudable, bacteriológica establecida, la derrota expresada matki, los conductos o los ovarios que podía ser considerado como el foco primario de la peritonitis, no consiguió encontrar.
SAMezenev hacía la investigación de las separaciones de la vagina a 5 enfermos con la peritonitis y en un caso no recibía la flora igual. La enfermedad de la peritonitis de los varones obviamente contradice la afirmación de que los genitales son la única forma de penetración de los microbios. Según nuestros datos (S. A. Mezenev), de 44 pacientes con peritonitis hematógena, 4 eran de sexo masculino. Por los datos IE S a r y N y, de 72 niños de los muchachos era 25 (35,3%).
Bresho y Nove-Zhosseran y especialmente Obadalek, que cuentan que más a menudo los microbios penentran en la cavidad abdominal a través del punto del intestino a la tercera vía.
El último autor cree que a la derrota neumocócica de las vías superiores respiratorias los microbios con la comida penentran en el intestino y llaman allí, principalmente en la esquina ileocecal, uno u otro grado la enteritis. A tales enfermos se observan a menudo las ponosas. Habiendo investigado el nudo inferior del intestino delgado (a la distancia de 25—40 cm de la persiana), el intestino ciego y el vástago vermiforme, Obadalek en todos los casos descubría en ellos estos o aquellos cambios inflamatorios — de la erosión hasta la infiltración flegmonosa, y en algunos casos a la investigación histológica descubrían el mismo neumococo, así como en el exudado peritoneal.
Sin embargo SD Ternovsky y NW Schwartz no confirman estas observaciones y por eso puede descubrirse posible la vía enterogena de los microbios a las peritonitis neumocócicas, pero no la única cosa.
La cuarta vía — linfógena — se basa en la posibilidad de la penetración de las corrientes de la linfa, demostrada por EK Yesipov y MG Iosifov de la cavidad torácica en el vientre. A la misma teoría se adhiere MN A x en t y N, observando en la mayoría de los casos las peritonitis de la derrota de la pleura.
SD Ternovsky indica que casi estos o aquellos cambios por parte de los órganos de la cavidad torácica se encontraban en todos los muertos de neumococo la peritonitis sobre la sección.
N V. Shin y rc a 5 de 12 enfermos observaban plevropulmonalnyh de los cambios. S. A. M e z e N e in sobre la autopsia ha descubierto en 19 de 33 cadáveres la pleuresía serosa purulenta, a veces bilateral, a 14 — la derrota fácil, en la mayoría de los casos bilateral. Bresho y Nove-Zhosseran a 45 aperturas envían solamente 7 neumonías y 2 empiemas. I. E. Surin lleva los datos de Roulston, según que en 4454 neumonías había solamente 11 peritonitis neumocócicas. Así, es necesario reconocer la derrota de los órganos de la cavidad torácica más bien como la complicación de la peritonitis, que al contrario.
Esta ausencia del foco primario de la enfermedad en la cavidad abdominal explica también, desde nuestro punto de vista, la inutilidad de la intervención quirúrgica a la peritonitis neumocócica.
Ahora la acumulación del material grande basado en los datos grandes estadísticos facilitaba el diagnóstico de la peritonitis neumocócica, que hasta hace poco se consideraba todavía muy difícil. Zaltser no sin fundamentos cuenta que la diagnosis de la peritonitis neumocócica no es más difícil que la diagnosis de la apendicitis aguda.