El síndrome del intestino irritable (SII) afecta la función intestinal con síntomas que incluyen dolor o malestar abdominal, que puede sentirse como calambres
El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno gastrointestinal común que afecta la función intestinal y se caracteriza por síntomas que se asocian principalmente con molestias digestivas.
Los síntomas más comunes del SII son dolor o malestar abdominal, cambios en el dolor y la frecuencia con la que defeca. El dolor o la incomodidad del SII pueden sentirse como calambres abdominales (principalmente en la parte inferior del abdomen o en el costado) e incluir al menos dos de los siguientes síntomas:
- El dolor o la incomodidad desaparecerán después de defecar
- Note una diferencia en la frecuencia con la que defeca
- Note una diferencia en la apariencia de sus heces
El SII es un trastorno crónico, lo que significa que dura un período prolongado, a menudo durante años. Sin embargo, los síntomas pueden aparecer y desaparecer.
Es posible que tenga SII si:
- Durante los últimos tres meses, ha experimentado síntomas al menos tres veces al mes.
- Tus síntomas comenzaron hace al menos seis meses.
Algunas personas con SII solo tienen diarrea o estreñimiento, mientras que otras experimentan ambos síntomas o tienen diarrea en ocasiones y estreñimiento en otras. Con frecuencia, las personas experimentan síntomas poco después de comer.
Otros síntomas del SII incluyen:
- Hinchazón
- Sentir que no ha terminado de defecar
- Mucosidad blanquecina en las heces
- Las mujeres con SII a menudo tienen más síntomas durante sus períodos menstruales
Los síntomas del SII pueden superponerse con los de otras afecciones graves. Si experimenta cualquier síntoma gastrointestinal que le preocupe, comuníquese con su médico de inmediato.
6 causas del síndrome del intestino irritable
Actualmente no existe una causa definitiva del síndrome del intestino irritable (SII). Se supone que el SII es causado por una anomalía en los procesos fisiológicos intestinales. Es posible que se haya alterado la motilidad gastrointestinal de la persona y que se haya interrumpido el eje intestino-cerebro.
Algunas de las causas más probables del SII son:
- Movimiento de alimentos
- Un cambio en el movimiento de los alimentos a través del tracto gastrointestinal podría ser la causa de una variedad de síntomas del SII.
- La velocidad de movimiento de los alimentos puede ser demasiado lenta o demasiado rápida. Los cambios en este movimiento provocan cambios en la función intestinal.
- Además, el movimiento rápido y lento de los alimentos afecta el proceso digestivo, lo que provoca hinchazón y formación de gases.
- Disfunción muscular
- Los alimentos se mueven a través del tracto gastrointestinal a través del movimiento peristáltico, que está controlado por músculos en el revestimiento interno. El SII es causado por funciones musculares débiles y fuertes.
- La diarrea es causada por tener funciones musculares fuertes durante un período prolongado.
- Del mismo modo, el estreñimiento o las heces duras y secas son el resultado de la hinchazón y la contracción muscular deficiente.
- Estimulación neural alterada
- Sustancias químicas, como la serotonina y la gastrina, regulan la conexión nerviosa entre el tracto gastrointestinal y el cerebro (eje intestino-cerebro).
- Las anomalías en el sistema nervioso causan más molestias que los cambios menores en el tracto gastrointestinal, como la formación de gases o el movimiento rápido de los alimentos, que pueden causar calambres y diarrea.
- Infección grave
- Las infecciones graves pueden desencadenar síntomas del SII, como diarrea.
- Las bacterias o los virus pueden ser los culpables de la infección.
- Microflora intestinal alterada
- Muchos casos de SII se caracterizan por una disminución en el número de bacterias beneficiosas en el intestino (disbiosis).
- Esto da como resultado el predominio de las bacterias que causan enfermedades y la infección del intestino.
- Inflamación intestinal
- En comparación con una persona normal y saludable, el tracto gastrointestinal de un paciente con SII tiene una mayor invasión de células inmunitarias.
- El dolor y la diarrea son causados por un aumento de las células inmunitarias y la inflamación.
7 factores de riesgo del síndrome del intestino irritable
Varios factores de riesgo contribuyen a la aparición del síndrome del intestino irritable (SII), que incluyen:
- Alergia alimentaria:
- Las alergias alimentarias agravan los síntomas del SII, especialmente una alergia a un alimento específico.
- Los síntomas del SII pueden empeorar si consume repollo, frutas cítricas, trigo, leche o bebidas carbonatadas.
- Hormonas: Se cree que las hormonas también son un factor de riesgo. Esta creencia se debe a que las mujeres tienen una mayor incidencia de SII que los hombres y los síntomas empeoran durante el período menstrual.
- Estrés: El SII no es causado por el estrés, pero el estrés prolongado daña la calidad de vida al exacerbar los síntomas del SII.
- Sexo: Las mujeres tienen dos veces más probabilidades que los hombres de desarrollar SII. La terapia con estrógeno aumenta aún más el riesgo.
- Historia familiar: Se cree que los genes juegan un papel en el desarrollo del SII. Las personas con antecedentes familiares de SII tienen un mayor riesgo.
- Trastornos mentales: Los síntomas del SII se ven exacerbados por la depresión y la ansiedad. El abuso de cualquier tipo, ya sea físico, sexual o emocional, aumenta el riesgo de SII.
- Edad: El SII generalmente afecta a personas menores de 50 años.
Si bien el SII puede ser terriblemente doloroso, no causa otros problemas de salud ni daña el tracto gastrointestinal.
¿Cómo se diagnostica el SII?
Debido a que no hay síntomas físicos definitivos que puedan apuntar exclusivamente al síndrome del intestino irritable (SII), el diagnóstico es más un proceso de descartar otros trastornos que podrían estar causando los síntomas.
El médico recomendará algunas pruebas según la gravedad de su afección, que pueden incluir imágenes y pruebas de laboratorio.
Las pruebas de imagen sugeridas por el médico pueden incluir:
- colonoscopia
- Sigmoidoscopia flexible
- Tomografía computarizada
- Rayos X
- Serie gastrointestinal inferior (GI) o prueba de enema de bario
Las pruebas de laboratorio incluyen:
- Análisis de sangre
- Prueba de heces
- Prueba de aliento
- Prueba de intolerancia a la lactosa
5 opciones de tratamiento para el SII
El síndrome del intestino irritable (SII) es una afección crónica que no tiene cura permanente. El plan de tratamiento está destinado a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Lo siguiente puede ayudar a controlar el SII:
- Analgésicos: Medicamentos para el tratamiento del dolor neuropático.
- Laxantes: Uno de los síntomas del SII es el estreñimiento. Para aliviar el estreñimiento, el médico puede prescribir laxantes, como hidróxido de magnesio o polietilenglicol. Se pueden prescribir suplementos de fibra, además de laxantes.
- Medicamentos contra la diarrea: Los médicos pueden recetar medicamentos antidiarreicos, como loperamida, para disminuir los episodios de diarrea en pacientes con SII.
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y antidepresivos tricíclicos: Estos medicamentos se recetan si sufre de depresión o ansiedad junto con otros síntomas.
- Recomendaciones dietéticas: Se recomienda encarecidamente un plan de dieta personalizado diseñado por un dietista calificado bajo la supervisión de un gastroenterólogo experto.
- Incluya alimentos ricos en fibra en su dieta
- Bebe mucha agua
- Consuma una dieta baja en grasas porque una dieta alta en grasas contiene menos fibra
- Evite los alimentos que pueden causar reacciones alérgicas y mantenga un diario de alimentos para determinar qué alimentos desencadenaron sus síntomas
- Evite los alimentos que provocan la formación de gases, como el repollo, el brócoli, las verduras crudas y las bebidas carbonatadas
- Evite los cereales que contengan gluten, como el trigo, el centeno y la cebada
- Evite los alimentos que el sistema digestivo fermenta fácilmente y que contienen azúcares, como los oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables (FODMAP).
4 medidas preventivas para el SII
El síndrome del intestino irritable (SII) se puede evitar evitando los desencadenantes que lo provocan.
Algunas de las medidas preventivas incluyen:
- Reforzar el sistema inmunológico: El SII es causado por una infección e inflamación del tracto digestivo. Para prevenir infecciones, el sistema inmunitario debe mantenerse en un nivel óptimo.
- Mantener la flora intestinal normal: Se deben usar probióticos para mantener el equilibrio de la flora intestinal si es necesario.
- Evitar los desencadenantes: Se deben tomar medidas para evitar los desencadenantes, como las alergias a los alimentos, la depresión y la ira.
- Manejo del estrés: El estrés puede causar o empeorar el SII. Se deben utilizar sesiones de meditación, yoga o asesoramiento para controlar el estrés.
¿Pueden las terapias calmantes ayudar con los síntomas del SII?
Existe un vínculo conocido entre el cerebro y el intestino, y el estrés sin duda puede agravar los síntomas del síndrome del intestino irritable (SII).
- Algunos pueden beneficiarse de la terapia cognitiva conductual, y muchos encuentran beneficioso practicar técnicas de relajación, como imágenes positivas, relajación muscular progresiva o meditación.
- El yoga y otras formas de actividad física pueden ayudar a aliviar los síntomas del SII y mejorar su calidad de vida.
- Según la investigación, aquellos que realizaban actividad física vigorosa de tres a cinco días por semana tenían menos síntomas físicos y psicológicos de SII.
- La respiración diafragmática es otra técnica calmante que se puede usar en cualquier lugar y en cualquier momento para ayudar a aliviar el dolor y el estrés.
El SII es una afección a largo plazo que afecta a la mayoría de las personas. Sin embargo, es posible que tenga períodos prolongados sin síntomas o solo con síntomas leves.
Cuando los síntomas estallan, el tratamiento a menudo puede ayudar a aliviarlos. En un pequeño porcentaje de casos, los síntomas se resuelven de forma permanente.
El SII no reduce la esperanza de vida. Además, no causa cáncer de intestino ni obstrucciones intestinales u otras afecciones graves.