Tu esfínter de Oddi (SO) es algo en lo que nunca pensarías, a menos que esté actuando. Su OS es una válvula muscular que regula las secreciones de la vesícula biliar y el páncreas hacia el intestino delgado. Cuando esta válvula no funciona como debería, se diagnostica disfunción del esfínter de Oddi (SOD).
SOD es una condición de salud rara. En SOD, el músculo del esfínter sufre espasmos, lo que hace que permanezca cerrado. Esto puede resultar en una copia de seguridad de las enzimas biliares y pancreáticas en sus respectivos conductos. Esta copia de seguridad también puede resultar en inflamación del hígado y/o páncreas.
SOD se divide en subtipos:
La SOD tipo III puede denominarse SOD funcional. Esto se puede dividir aún más en SOD biliar funcional y SOD pancreático funcional.
La mayoría de los casos de SOD ocurren después de la extirpación de la vesícula biliar o de una cirugía para bajar de peso de derivación gástrica. Para aquellos casos que ocurren después de la extirpación de la vesícula biliar, la SOD es más frecuente en mujeres que en hombres, pero es importante tener en cuenta que la SOD solo afecta a un porcentaje muy pequeño de personas.
El síntoma principal de SOD es dolor intermitente en la parte media y superior derecha del abdomen El dolor puede extenderse al hombro o cruzar el pecho. Los episodios de dolor pueden ser breves o pueden durar varias horas. Los niveles de dolor pueden variar de un episodio a otro y van desde relativamente leves hasta incapacitantes. Los síntomas relacionados incluyen pérdida de apetito, náuseas y pérdida de peso. También pueden presentarse fiebre, vómitos e ictericia. (Recuerde, los síntomas graves como estos requieren atención médica inmediata).
Hay varias pruebas para SOD. El objetivo de las pruebas de diagnóstico es obtener un diagnóstico preciso de lo que podría estar causando el síntoma de dolor abdominal. Estas son algunas opciones de diagnóstico:
Análisis de sangre: Esta suele ser la primera prueba que se realiza. Su proveedor de atención médica buscará enzimas hepáticas o pancreáticas elevadas.
Imágenes: Es posible que su proveedor de atención médica quiera tratar de obtener una imagen de lo que sucede dentro de usted, en particular de las vías biliares, el hígado y el páncreas. Esto podría hacerse a través de rayos X, ultrasonido, tomografía computarizada o resonancia magnética.
MRCP: La colangiopancreatografía por resonancia magnética utiliza tinte e imanes para obtener una imagen de los conductos biliares y pancreáticos.
CPRE: La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica utiliza un endoscopio, un medio de contraste y rayos X para examinar los conductos biliares y pancreáticos. La CPRE es bastante invasiva y, por lo tanto, solo se recomienda para pacientes de tipo I o II. La manometría SO se puede realizar durante la CPRE para medir la presión de los músculos del esfínter y se considera que ofrece un diagnóstico definitivo de SOD.
El tratamiento de SOD depende de la gravedad de los síntomas. Para los casos leves, su proveedor de atención médica puede recetarle relajantes musculares, antiespasmódicos y/u otros tipos de analgésicos.
En un caso severo, el SO se corta durante una CPRE, un procedimiento conocido como esfinterotomía. Esto se hace para eliminar cualquier piedra que pueda estar al acecho en los conductos o para mejorar la capacidad de drenaje de los conductos. Este procedimiento se realiza solo si la manometría del SO indica la presencia de presión alta dentro del SO y se cree que produce un alivio significativo del dolor en aproximadamente el 50 % de los pacientes. Por lo general, una esfinterotomía se realiza sin manometría SO si la persona tiene SOD tipo I. Sin embargo, existen riesgos significativos en este procedimiento. Un riesgo es el sangrado GI resultante de cortar el esfínter; el más grave es un riesgo para el desarrollo de pancreatitis. Otro posible riesgo es que el procedimiento pueda causar cicatrices y, por lo tanto, el regreso de los síntomas.