Un alimento o bebida fermentada es un alimento transformado mediante el crecimiento controlado de microorganismos, como bacterias, levaduras e incluso ciertos mohos . Los alimentos fermentados han estado presentes en las civilizaciones de todo el mundo durante miles de años, debido a su capacidad para conservar los alimentos y producir sabores y palatabilidad únicos.
Los alimentos fermentados se pueden dividir en dos grupos:
Los que contienen microbios vivos cuando se consume:yogur, kéfir, chucrut crudo y kimchi tradicional.
Los que no contienen microbios vivos cuando se consume:pan de masa fermentada, tempeh, alcohol, como cerveza y vino, así como chocolate. Los cultivos vivos no pueden sobrevivir a ciertos procesos de cocción y calentamiento, por lo que, aunque son deliciosos, esos alimentos no son una fuente de microbios vivos.
La fermentación no solo otorga a los productos una firma sensorial única, sino que también puede mejorar su valor nutricional y digestibilidad de varias maneras. El proceso de fermentación produce vitaminas, antioxidantes y moléculas que pueden reducir la presión arterial y la inflamación. De hecho, como ya explicamos en este blog, los estudios han demostrado beneficios en el consumo de alimentos fermentados tanto para la salud general como intestinal.
Las bacterias del ácido láctico (BAL) se han utilizado durante mucho tiempo para producir alimentos fermentados, como el yogur o el kéfir. Se sabe que estas bacterias mejoran la digestión de la lactosa. Se ha reconocido que algunas LAB tienen propiedades probióticas.
Sin embargo, ¿lo sabías? ¡No todos los alimentos fermentados califican como probióticos, y no todos los probióticos toman la forma de alimentos fermentados!
Los alimentos fermentados que contienen probióticos específicos aportan beneficios para la salud y pueden ayudar a aumentar la diversidad de su microbiota intestinal. Una revisión reciente editada por Kevin Whelan destaca que, según la evidencia científica, en la actualidad solo los alimentos lácteos fermentados como el yogur y algunos kéfirs pueden considerarse probióticos debido a sus beneficios para la salud gastrointestinal . Por el contrario, falta evidencia que respalde los beneficios para la salud gastrointestinal de otros tipos de productos fermentados como kombucha, chucrut (independientemente de si es pasteurizado o crudo), tempeh, miso y kimchi.
¿Seducido por la comida fermentada? ¿Alguna pregunta pendiente? El equipo de GMFH dedica el mes de noviembre a desvelar todos los secretos de los alimentos fermentados, los probióticos y, en especial, su impacto en la microbiota intestinal y la salud intestinal. ¡Artículos respaldados por la ciencia, infografías intrigantes y explosiones en nuestras redes sociales estarán disponibles para satisfacer su curiosidad!
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