Su médico puede sugerir cambios en el estilo de vida para mejorar la función hepática, como pérdida de peso, dieta saludable, reducción del colesterol, reducción del alcohol, ejercicio regular y control de la diabetes.
Su hígado es un órgano que filtra su sangre y equilibra los químicos en su cuerpo. Beber demasiado alcohol o tener demasiada grasa en el hígado puede afectar la función del órgano con el tiempo. Conozca las formas en que puede revertir el daño hepático y hacer que su hígado vuelva a estar sano.
Enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA). Esta condición afecta su hígado cuando hay exceso de grasa pero no daño. Es una enfermedad silenciosa que no presenta ningún síntoma durante años. Alrededor del 10% al 20% de los estadounidenses serán diagnosticados con esta afección durante su vida. Si no se realizan cambios en el estilo de vida para mejorar la salud del hígado, esta enfermedad puede convertirse en NASH.
Esteatohepatitis no alcohólica (EHNA). Si su hígado está inflamado y muestra signos de daño celular, es posible que tenga NASH. Alrededor del 2% al 5% de los estadounidenses serán diagnosticados con esta afección durante su vida. Con el tiempo, el daño produce cicatrices permanentes en el tejido hepático, lo que hace que el hígado se endurezca y pierda su función. Cuando el daño hepático progresa hasta endurecerse, se denomina cirrosis.
Si tiene NASH, sus síntomas pueden incluir:
A medida que NASH progresa a cirrosis, sus síntomas pueden incluir:
Si espera curar su hígado, debe conocer los factores de riesgo de la enfermedad hepática. Los médicos no están exactamente seguros de qué causa la enfermedad del hígado graso, pero hay algunas cosas que estos factores pueden aumentar el riesgo:
Beber con moderación generalmente no daña el hígado. Los hombres menores de 65 años pueden consumir con seguridad dos o tres porciones de alcohol por día sin daño hepático. Los hombres mayores de 65 años deben limitar el consumo de alcohol a una bebida por día. Las mujeres pueden consumir con seguridad una sola porción de alcohol por día sin daño hepático. Una sola ración puede ser:
Es importante conocer los factores de riesgo ya que el hígado graso puede no presentar síntomas en las primeras etapas de la enfermedad. La identificación temprana es la clave para revertir el daño hepático. Los análisis de sangre de rutina son la forma más común de diagnosticar un hígado graso.
Si no tiene otros problemas médicos, su médico puede sugerirle cambios en su estilo de vida para mejorar su función hepática. El daño hepático severo no es reversible. Puede marcar la diferencia si identifica temprano los depósitos de grasa excesivos.
Pierde peso. Si tiene exceso de peso por todas partes, es más probable que tenga grasa en el hígado. La pérdida de peso reduce la grasa en todas partes, incluido el hígado. Es importante buscar una pérdida de peso saludable. No haga una dieta estricta para mejorar la salud de su hígado.
Come sano. Un gran lugar para comenzar es reducir la cantidad que come. Concéntrese en priorizar alimentos saludables como frutas, verduras, carne magra y granos integrales. Comer demasiada comida grasosa aún puede afectar su hígado, incluso si está comiendo menos que antes. También debe beber mucha agua todos los días para ayudar a su cuerpo a mantenerse hidratado.
Reducir los niveles de colesterol malo. Hay grasas buenas y grasas malas. Si su dieta es alta en grasas saturadas y trans, es posible que tenga más grasa en la sangre. Esta grasa se puede depositar en el hígado cuando éste filtra la sangre después de las digestiones.
Cambia las grasas malas por grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas. Las fuentes de grasas saludables incluyen:
Deja de beber alcohol. Su hígado está diseñado para procesar toxinas. Pero el alcohol daña las enzimas del hígado. Con el tiempo, beber demasiado alcohol puede provocar daños permanentes y cirrosis. Su hígado comienza a sanar a los pocos días o semanas de dejar de beber. En el caso de daños graves, la curación puede tardar varios meses.
Haz ejercicio regularmente. El ejercicio quema calorías. Cuando comes una dieta saludable para perder peso, tu cuerpo comienza a quemar el exceso de grasa almacenada que tienes. Trate de estar activo durante 30 minutos o más cada día. Si 30 minutos es demasiado de una vez, divida su actividad en tres sesiones de actividad de 10 minutos. Aumenta tu resistencia con el tiempo.
Controlar la diabetes. Algunas condiciones de salud como la diabetes pueden contribuir al daño hepático. Al controlar sus otras condiciones de salud, puede mejorar la salud de su hígado. Hable con su médico y siga las recomendaciones de dieta, ejercicio y pérdida de peso. Tome los medicamentos según lo recetado y consulte a su médico antes de dejar de tomar nada.