Puede que no sorprenda a nadie que los alimentos que comemos (y no comemos) afectan la forma en que funciona nuestro sistema digestivo. Por ejemplo, demasiado pan y poca fibra pueden provocar estreñimiento con bastante rapidez. Si su dieta ha estado constantemente desprovista de ciertas proteínas, minerales u otros nutrientes necesarios, puede crear un desorden en su sistema. Esto no es solo un problema para su sistema digestivo; también puede causar problemas con la piel, el sistema inmunitario y el sistema respiratorio.
Las causas comunes de los trastornos gastrointestinales (GI) son las dietas inadecuadas, la falta de ejercicio y la inflamación en cualquier parte del tracto digestivo. Además de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), uno de los trastornos gastrointestinales más comunes es el síndrome del intestino irritable (SII). Es una afección crónica que causa una variedad de signos y síntomas, de leves a graves. Si bien no existe una cura para el SII, los cambios en la dieta y el estilo de vida, como evitar ciertos alimentos y disminuir los niveles de estrés, pueden aliviar los síntomas. Estos pueden incluir hinchazón, diarrea, estreñimiento, acidez estomacal, reflujo ácido y náuseas.
Debido a que existen tantas causas posibles de los trastornos gastrointestinales, pueden ser difíciles de tratar.
Los alimentos procesados son malos para comer por varias razones, incluido que pueden contribuir a los trastornos gastrointestinales. Los problemas asociados con los alimentos procesados incluyen:
La fibra ayuda en el movimiento de materiales a través del sistema digestivo. Los alimentos procesados son muy bajos en fibra, por lo que una dieta rica en alimentos procesados puede aumentar considerablemente el riesgo de trastornos gastrointestinales.
Consumir una dieta alta en fibra es una manera fácil de ayudar a evitar los trastornos gastrointestinales o controlar los síntomas de uno. Se recomienda una dieta con cantidades suficientes de fibra -se recomienda de 25 a 30 gramos al día- para ayudar a normalizar el proceso digestivo, aumentando el tamaño de las deposiciones y suavizándolas.
Esto reduce el riesgo de hemorroides y pequeñas bolsas en el colon (diverticulosis). El tipo de fibra que se encuentra en alimentos como los frijoles, el salvado y la avena (fibra soluble) ayuda a reducir los niveles de colesterol malo LDL. En las personas con diabetes, se ha demostrado que la fibra soluble retarda la absorción de azúcar y ayuda a mejorar los niveles de azúcar en la sangre. La fibra también puede mejorar la salud del corazón al ayudar a reducir la presión arterial y la inflamación.
Los alimentos ricos en fibra llenan más. Puede comer menos y mantenerse satisfecho por más tiempo, lo que facilita obtener o mantener un peso saludable.
Lo que pones es a menudo lo que obtienes. Evitar los alimentos procesados puede ayudarte a controlar tu tracto digestivo y tu salud en general. Para obtener más información sobre cómo proteger su sistema digestivo, comuníquese con Austin Gastroenterology al (512) 244-2273 en el norte de Austin, (512) 454-4588 en el centro de Austin y (512) 448-4588 en el sur de Austin. Estaremos encantados de ayudarle en todos los asuntos relacionados con su tracto gastrointestinal y su salud digestiva en general.