¿Son peligrosos los quistes en el páncreas?
Los quistes en el páncreas a menudo se encuentran incidentalmente cuando se realizan ecografías abdominales y tomografías computarizadas (TC) del abdomen. La mayoría de los quistes son asintomáticos, es decir, no provocan síntomas; sin embargo, los síntomas (principalmente dolor) pueden ocurrir particularmente con quistes más grandes y en expansión cuando comprimen los tejidos que los rodean. Hay tres tipos comunes de quistes pancreáticos:
Pseudoquistes: Estos son quistes benignos que resultan de la inflamación del páncreas (pancreatitis). Por lo general, se resuelven solos sin tratamiento.
Quistes serosos: Estos también son quistes benignos y, por lo general, no necesitan tratamiento a menos que crezcan lo suficiente como para causar síntomas.
Quistes mucinosos: Estos quistes pueden ser malignos en el momento del diagnóstico o volverse malignos en un momento posterior. Por lo tanto, deben extirparse quirúrgicamente si el paciente es un buen candidato para la cirugía. En general, los quistes más grandes tienen más probabilidades de ser malignos o premalignos que los quistes más pequeños.
Hay características de los quistes en la tomografía computarizada y la ecografía que ayudan a los médicos a determinar el potencial maligno de un quiste. A veces, la ecografía endoscópica es necesaria para evaluar adecuadamente un quiste.
El manejo de los quistes pancreáticos es individualizado. Algunos médicos optarán por observar quistes pancreáticos pequeños (menores de 2 cm) sin características malignas cada seis a 12 meses con exploraciones. Considerarán estudiar quistes pancreáticos más grandes (más de 2 cm) y quistes agrandados con ultrasonido endoscópico y, al mismo tiempo, pueden insertar una aguja en el quiste para obtener líquido del quiste. Luego, el líquido se examina bajo el microscopio en busca de células cancerosas. Además, el fluido puede analizarse en busca de proteínas producidas por cánceres, por ejemplo, antígeno carcinoembrionario (CEA). Un nivel alto de CEA en el líquido del quiste sugiere una alta probabilidad de que el quiste sea maligno, y un nivel bajo sugiere que el quiste es benigno. Los quistes con células cancerosas o proteínas deben extirparse quirúrgicamente. Los quistes sin células cancerosas o proteínas pueden continuar observándose con exploraciones.