Como gastroenterólogo en Plano, TX, recibo muchas preguntas de mis pacientes sobre las bacterias en nuestro sistema digestivo. Con la aparición de los probióticos, muchas personas se preguntan cuántas bacterias buenas/malas deberían tener y si necesitan complementar la cantidad de bacterias que su cuerpo produce naturalmente.
Si bien no hay una respuesta definitiva a esas preguntas, sentí que era importante brindar una breve reseña sobre los probióticos y brindar la perspectiva de un gastroenterólogo con respecto a los beneficios potenciales de los probióticos. Con suerte, la información de este artículo ayudará a educar a aquellos interesados en los probióticos y en su evaluación de qué probiótico puede ser mejor para ellos.
El Centro Nacional de Información Biotecnológica señala que la flora intestinal normal ayuda en la digestión, combate bacterias y virus dañinos y produce vitaminas. La flora intestinal puede dañarse o disminuirse por una variedad de cosas, como enfermedades, enfermedades hereditarias, radiación, quimioterapia y antibióticos. Ahí es donde entran en juego los probióticos. Los probióticos son microorganismos vivos y amigables que pueden mejorar la flora nativa dentro de los sistemas digestivo y respiratorio. Estos microorganismos ayudan a descomponer los alimentos, asisten en la absorción de nutrientes y pueden ayudar a combatir los organismos nocivos que causan enfermedades como diarrea, enfermedades intestinales e infecciones.
Los dos grupos de probióticos más utilizados son Lactobacillus y Bifidobacterium. Los organismos Lactobacillus metabolizan el azúcar para producir ácido láctico. Las bifidobacterias son las bacterias predominantes en nuestra flora intestinal. Producen ácido acético además de ácido láctico, ambos beneficiosos para nuestra salud.
Hay muchas cepas de bacterias dentro de estos dos grupos. Estas son algunas de las cepas que se usan con más frecuencia en la actualidad.
Un sistema de entrega de probióticos es el método por el cual los probióticos se entregan al cuerpo como bacterias funcionales utilizables en cantidades lo suficientemente grandes como para sobrevivir a los duros efectos del sistema digestivo sin dejar de ser efectivos.
Hay dos sistemas principales para los que se administran los probióticos:
Cada probiótico es diferente y las cepas que tome dependerán en gran medida de sus problemas. A continuación se enumeran algunas de las afecciones digestivas más comunes y qué probiótico puede funcionar mejor para tratarlas y prevenirlas. Sin embargo, tenga en cuenta que se recomienda consultar con su médico antes de tomar probióticos u otros suplementos para tratar afecciones específicas.
Los probióticos ciertamente tienen un lugar en el manejo de los síntomas gastrointestinales, pero es importante tener en cuenta que la eficacia de los suplementos probióticos suele ser moderada en comparación con los productos farmacéuticos tradicionales. Como tal, a menudo son mejores como complemento, en lugar de reemplazo de los productos farmacéuticos tradicionales. La(s) cepa(s) probiótica(s), la cantidad y la preparación marcan la diferencia. Los probióticos de múltiples cepas o incluso de doble cepa no son necesariamente mejores.
A menudo me preguntan si tomar un probiótico o un yogur probiótico de forma rutinaria es bueno para la "salud digestiva general". Las etiquetas de los productos a menudo indican que su probiótico "mejora la salud digestiva" o "fortalece el sistema inmunológico". La FDA no ha aprobado ninguna declaración de propiedades saludables para los probióticos. Sugiero monitorear al paciente si sus propios síntomas responden a tomar el probiótico durante un mes. Si no es así, probablemente sea mejor gastar su dinero en otra parte.
En la actualidad, el interés de los pacientes por los probióticos de "primera generación" está en su punto más alto, pero se está trabajando en probióticos de "próxima generación" y productos derivados de probióticos. Quedan muchas preguntas por responder.