El Síndrome del Intestino Irritable afecta aproximadamente a uno de cada cinco australianos. Por lo general, se caracteriza por síntomas intestinales desagradables, como hinchazón, dolores abdominales, calambres, diarrea o estreñimiento (o ambos). Una vez que un médico lo diagnostica correctamente, se puede controlar a través de varios métodos, como dieta, suplementos de fibra, probióticos, control del estrés y, en ocasiones más raras, medicamentos que incluyen antibióticos. Afortunadamente, el Síndrome del Intestino Irritable no provoca cambios en el revestimiento del intestino y no aumenta el riesgo de cáncer de intestino.
El Síndrome del Intestino Irritable es una sensibilidad en el colon o intestino grueso. Varias cosas pueden desencadenar la sensibilidad y el manejo activo puede ayudar a reducir los síntomas.
Si le diagnostican SII, las modificaciones en la dieta (dieta baja en FODAP) pueden ayudar a aliviar los síntomas. En algunos casos, los medicamentos recetados por un gastroenterólogo pueden ayudar aún más. Como los síntomas pueden desencadenarse a través del estrés, el manejo del estrés puede desempeñar un papel importante en la reducción de los síntomas. Los tres principales métodos de tratamiento son:
Todos estos pueden ser necesarios y su médico lo guiará a través de lo que mejor se adapte a sus necesidades individuales. Si bien los síntomas del SII son comunes entre los pacientes, el tratamiento varía.
Un método que parece lograr buenos resultados es la dieta baja en FODMAP. FODMAP significa Oligosacáridos, Disacáridos, Monosacáridos y Polioles Fermentables. Estos se encuentran en ciertas frutas y verduras. A medida que el cuerpo digiere estos alimentos, los azúcares se absorben mal y, por lo tanto, llegan al intestino donde comienzan a fermentarse y producir gases y atraer agua, lo que provoca diarrea. Un dietista puede ayudarlo con un plan para garantizar que obtenga todos los nutrientes necesarios de sus alimentos, mientras controla sus sensibilidades hacia estos alimentos. Monash University también tiene una aplicación que puede ayudarlo con la identificación y el manejo de estos alimentos en su dieta.
El estrés se presenta de muchas formas; físicos, emocionales, mentales. Todos respondemos de manera diferente al estrés, en algunos casos el exceso de ejercicio podría ser la causa del estrés que afecta al intestino, mientras que para otros factores del estilo de vida pueden ser el desencadenante. Dado que el intestino produce la principal hormona del estrés, el cortisol, es comprensible que cuando el cuerpo se expone a un estrés prolongado o, como se denomina médicamente, crónico, el intestino también sufra. Es importante comprender nuestro cuerpo y lo que podríamos estar haciendo para reducir nuestro estrés, no solo para nuestro intestino sino también para nuestro bienestar general. Si siente que el estrés puede estar afectándolo, consulte a su médico o a un profesional de la salud mental que se especialice en esta área.
Como puede ver, los factores desencadenantes pueden ser variados y extensos, y algunos síntomas del síndrome del intestino irritable son también es común con otros problemas intestinales, por lo que es tan importante recibir un diagnóstico adecuado y obtener un tratamiento específico para usted.
Es tentador autodiagnosticarse, ya que hay muchos recursos disponibles en la actualidad y, aunque se puede acceder a casi toda la literatura, solo unos pocos están capacitados para identificar la diferencia entre varios desencadenantes subyacentes. El sistema digestivo humano es maravilloso y extremadamente complejo. Con el diagnóstico correcto, se puede administrar un tratamiento específico y la mayoría de los problemas intestinales son manejables.