Existen varios tratamientos que son efectivos para aliviar los incómodos síntomas del reflujo gastroesofágico (RGE). El tratamiento adecuado para usted dependerá de la frecuencia con la que tenga síntomas de reflujo, así como de la gravedad de sus síntomas.
Los cambios en el estilo de vida o las medidas de autoayuda y el uso ocasional de medicamentos de venta libre pueden ser todo lo que se necesita para tratar el reflujo leve. Su médico puede recetarle medicamentos más fuertes para controlar los síntomas más persistentes o graves. La cirugía también es una opción para algunas personas.
Cambios simples en el estilo de vida, como modificar la dieta, a menudo son todo lo que se necesita para tratar los síntomas leves de reflujo o los síntomas que solo ocurren de vez en cuando. Y para aquellas personas que sí toman medicamentos para controlar el reflujo, aún se recomiendan cambios en el estilo de vida.
Su médico puede sugerirle que pruebe los siguientes consejos de autoayuda.
Si las medidas de estilo de vida no son suficientes para controlar sus síntomas de reflujo y necesita medicación, la buena noticia es que muchas personas con reflujo gastroesofágico obtienen alivio de los síntomas con antiácidos simples de venta libre.
Los antiácidos se usan para aliviar los síntomas de la enfermedad por reflujo leve y deben tomarse cuando se presenten los síntomas.
Varias preparaciones antiácidas están disponibles. Los médicos a menudo recomiendan preparaciones que contengan:
Otros antiácidos disponibles incluyen:
Los antiácidos generalmente vienen en forma de suspensiones líquidas o tabletas. Las preparaciones líquidas son más efectivas que las tabletas, que deben masticarse bien antes de tragarlas para asegurarse de que se disuelvan completamente en el estómago. Sin embargo, las tabletas tienen la ventaja de ser más fáciles de transportar.
Si necesita antiácidos para los síntomas de reflujo más de dos veces por semana, consulte a su médico.
A veces, las preparaciones de magnesio pueden causar más eructos y diarrea, y las preparaciones que contienen aluminio pueden causar estreñimiento.
Si está tomando otros medicamentos, no debe tomar antiácidos al mismo tiempo que los toma. Su médico podrá aconsejarle sobre las interacciones entre los medicamentos y cómo cronometrar la administración de diferentes medicamentos para que no los tome juntos.
Si los antiácidos no alivian sus síntomas, se puede probar un antagonista H2 (antagonista de la histamina). Estos medicamentos actúan bloqueando la acción de la histamina, una sustancia que estimula la secreción de ácido estomacal. Debido a que el estómago produce menos ácido, se reduce el dolor del reflujo ácido.
Los antagonistas H2 están disponibles tanto con receta como sin receta, y se toman una o dos veces al día según sea necesario. Incluyen:
Los antagonistas H2 son muy efectivos y, en comparación con los antiácidos, pueden aliviar los síntomas durante más tiempo.
Tienen relativamente pocos efectos secundarios, pero algunas personas, en particular las personas mayores, pueden experimentar dolores de cabeza, confusión y cansancio. Otros efectos secundarios pueden incluir diarrea o sarpullido.
Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) son medicamentos que reducen la cantidad de ácido estomacal al inhibir (retener) el sistema que “bombea” ácido al estómago. Los médicos consideran que los inhibidores de la bomba de protones son los medicamentos más efectivos para suprimir la producción de ácido estomacal.
Una prueba de inhibidores de la bomba de protones, tomada diariamente durante 4 a 8 semanas, a menudo se prescribe para personas con síntomas frecuentes o de moderados a graves. Si los síntomas se alivian durante el período de prueba, ayuda a confirmar el diagnóstico de reflujo. Después de esto, su médico puede recomendarle reducir gradualmente la dosis o suspender el tratamiento regular con IBP y usarlos solo cuando sea necesario.
Si los IBP no controlan sus síntomas, su médico puede recomendarle más pruebas o derivarlo a un gastroenterólogo (especialista en problemas del sistema digestivo).
Los inhibidores de la bomba de protones disponibles con receta incluyen:
Los síntomas de reflujo de la mayoría de las personas se pueden aliviar con inhibidores de la bomba de protones. Los PPI se deben tomar de 30 a 60 minutos antes de una comida (generalmente el desayuno).
También hay algunos inhibidores de la bomba de protones que están disponibles en farmacias sin receta, incluidos:
Estos medicamentos se pueden usar para controlar los síntomas a corto plazo.
En general, los IBP son bien tolerados. Los efectos secundarios más comunes, cuando ocurren, incluyen dolor de cabeza, náuseas y diarrea. Los efectos secundarios raros incluyen enfermedad renal, deficiencia de vitamina B12 y mayor riesgo de neumonía. Puede haber un mayor riesgo de fracturas óseas asociadas con el uso prolongado de IBP.
La fundoplicatura es un procedimiento quirúrgico que tiene como objetivo "tensar" la unión entre el estómago y el esófago para reducir la cantidad de ácido que ingresa al esófago. Este procedimiento a menudo se realiza mediante un enfoque de "ojo de cerradura" llamado fundoplicatura laparoscópica.
La cirugía generalmente se reserva para las personas que tienen síntomas de reflujo que no se controlan con medicamentos o que tienen efectos secundarios significativos asociados con los medicamentos. También puede recomendarse para personas con una hernia de hiato grande.
Su médico podrá hablar con usted sobre los riesgos y beneficios de la cirugía para el reflujo/ERGE.