La giardiasis es una infección intestinal causada por el parásito Giardia duodenalis . Aunque es más común en áreas con poca higiene y agua sucia, el parásito se encuentra en todo el mundo. Los niños y adultos que viven en áreas antihigiénicas o las personas que practican sexo anal tienen mayor riesgo de contraer el parásito.
La infección por giardiasis generalmente se asocia con calambres estomacales, distensión abdominal, náuseas y diarrea acuosa. Si bien los síntomas de la infección pueden desaparecer por sí solos en unas pocas semanas, los problemas intestinales pueden persistir mucho tiempo después de la recuperación.
Las complicaciones a largo plazo del parásito de la giardiasis pueden incluir:
Aunque es posible que las personas infectadas con giardiasis no siempre presenten signos o síntomas, aún pueden portar y propagar el parásito a través de sus heces. Cuando se desarrollan signos y síntomas, generalmente aparecen de una a tres semanas después de la exposición y pueden durar de dos a seis semanas, pero pueden durar más o reaparecer.
Los signos y síntomas comunes de la giardiasis incluyen:
La infección ocurre cuando los quistes del parásito se tragan accidentalmente al beber agua contaminada y comer alimentos contaminados. La infección se puede propagar a través del contacto de persona a persona (al tocar heces contaminadas mientras se cambia el pañal de un niño, durante el contacto sexual, etc.) o al transferir la infección de las manos a la boca después de tocar superficies contaminadas, como las perillas de las puertas.
Para diagnosticar la giardiasis, el médico debe realizar una evaluación clínica completa. Las muestras de heces se analizan en el laboratorio y, para una mayor precisión, el médico puede recomendarle que envíe varias muestras recolectadas en diferentes días. También se pueden realizar pruebas de heces para controlar la eficacia del tratamiento.
Los niños y adultos sin síntomas de giardiasis por lo general no necesitan tratamiento a menos que sea probable que propaguen los parásitos. Se puede administrar un tratamiento de apoyo con líquidos para prevenir la deshidratación. Aquellos con síntomas leves pueden recuperarse sin tratamiento en unas pocas semanas.
Para aquellos con signos y síntomas graves, los médicos pueden recetar un antibiótico, como metronidazol, tinidazol y nitazoxanida (forma líquida y más fácil de tragar para los niños). El médico también puede recetar medicamentos para reducir la intensidad de los síntomas.
La giardiasis no suele ser mortal, especialmente en los países desarrollados. Sin embargo, incluso después de que la infección desaparece, puede haber síntomas a largo plazo y la infección puede reaparecer, lo que lleva a complicaciones graves. Los bebés y los niños corren un mayor riesgo de complicaciones.
Algunas de las complicaciones más comunes de la giardiasis incluyen:
Las complicaciones se pueden prevenir buscando tratamiento oportuno de un médico (especialmente en niños), bebiendo muchos líquidos y comiendo una dieta saludable.
No existe ningún medicamento ni vacuna para prevenir la giardiasis, aunque se pueden tomar algunas precauciones para prevenir la giardiasis, que incluyen: