Muchos de nosotros hemos experimentado un "bicho estomacal" en algún momento. Los síntomas típicos de fiebre, vómitos y diarrea tienden a desaparecer en cuestión de días. Desafortunadamente, para algunas personas, ese regreso a la salud no siempre ocurre como se esperaba.
En algunos casos, estos síntomas pueden persistir después de un cuadro gastrointestinal (GI) agudo ) infección. Cuando se desarrollan estos síntomas más crónicos, se denominan síndrome del intestino irritable posinfeccioso o SII (SII-PI).
El SII posinfeccioso puede seguir a cualquier cantidad de infecciones gastrointestinales que ocurren en el estómago y intestinos Los estudios estiman que alrededor del 10 % de las personas que padecen síntomas crónicos del tipo del SII han experimentado una infección GI bacteriana o viral desencadenante.
No todos los pacientes con síntomas similares al SII han experimentado una infección previa. En otros pacientes, los síntomas del SII con predominio de diarrea (IBS-D) o estreñimiento predominante (IBS-C) ocurren sin una causa identificada. Algunos pacientes incluso experimentan síntomas del SII en el contexto de alternancia de estreñimiento y diarrea.
En muchos casos, sin embargo, las personas desarrollan la forma de SII con predominio de diarrea, conocida como SII-D. También es posible que tenga una combinación de síntomas de estreñimiento y diarrea, pero el SII con predominio de estreñimiento (SII-E) es raro en las causas posinfecciosas.
El SII-PI suele ser el único subtipo de SII en el que se puede identificar la causa .
La investigación ha identificado varios factores que pueden aumentar el riesgo de que IBS-PI se desarrolle después una infección GI:
Parece que hay factores que pueden protegerlo del SII-PI. Según los estudios, las personas mayores de 60 años enfrentan un riesgo reducido. Del mismo modo, las investigaciones indican que los vómitos durante la enfermedad inicial pueden reducir el riesgo de IBS-PI hasta en un 50 por ciento.
Se cree que durante una infección gastrointestinal, hay un aumento de células inflamatorias en el revestimiento de los intestinos. En circunstancias típicas, estas células disminuyen con el tiempo. La investigación preliminar sobre el tema sugiere que esta respuesta inflamatoria tarda más en disiparse en los casos de IBS-PI. Se sigue observando un mayor número de estas células mucho después de la infección inicial.
Al igual que con todos los casos de SII, el tratamiento generalmente se enfoca en aliviar síntomas específicos. Las opciones incluyen el uso de agentes antidiarreicos como Imodium, probióticos y la recomendación de una dieta baja en fibra.
La buena noticia es que los pacientes cuyo SII es posinfeccioso tienen un pronóstico más favorable que aquellos para quienes se desconoce el origen del SII. Se estima que aproximadamente la mitad de todos los pacientes con SII-PI volverán a su estado de funcionamiento digestivo previo a la infección.
Sin embargo, los síntomas del SII-PI pueden tardar años en desaparecer por completo. Es menos probable que ocurra la recuperación si hay ansiedad o depresión coexistentes. Por lo tanto, el tratamiento de estos síntomas emocionales es una importante prioridad de salud.