Todos tenemos dolor de estómago o malestar gastrointestinal (GI) ocasional. Pero si el problema persiste o el dolor empeora, es hora de buscar una evaluación médica; puede ser un problema en los intestinos o intestinos.
Los dos tipos de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) diagnosticados con mayor frecuencia son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Echemos un vistazo más profundo a estas dos condiciones, qué son y cómo se pueden tratar.
Los dos tipos principales de EII se caracterizan por una inflamación crónica en el tracto digestivo. Esta inflamación actúa como desencadenante de una serie de problemas intestinales que pueden causar hinchazón, sangre en las heces, pérdida de apetito, dolor abdominal y calambres. También puede desencadenar problemas no intestinales como fiebre, pérdida de peso y retraso en el crecimiento (en niños).
Una de las principales diferencias entre la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa es dónde ocurren los problemas. Crohn no discrimina; provoca una inflamación generalizada que se extiende por todo el tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano. La colitis ulcerosa afecta específicamente el intestino grueso (colon) y el recto, causando llagas (úlceras) en estos órganos.
Tanto la enfermedad de Crohn como la EII pueden causar algunos de los mismos síntomas iniciales, que incluyen:
En muchos sentidos, los trastornos gastrointestinales son un enigma tanto para el médico como para el paciente. Se desconoce su causa exacta, por lo que puede ser complicado identificar formas de remediarlo.
Los investigadores han descubierto que la genética y nuestro historial médico familiar pueden desempeñar un papel en nuestra propensión a desarrollar EII. Aquellos con un hermano o padre con Crohn pueden tener más probabilidades de tener problemas similares. La Clínica Cleveland informa que hasta el 25 % de las personas con EII tienen un familiar de primer grado (padre, hermano o hijo) con la enfermedad.
También hay un elemento autoinmune a estas condiciones GI. En aquellos con sistemas inmunológicos saludables, el cuerpo evita infecciones y enfermedades al atacar a los patógenos (los culpables que transmiten las enfermedades). Sin embargo, las personas con enfermedad inflamatoria intestinal experimentan un campo de batalla perpetuo en el que el sistema inmunitario ataca el tracto digestivo del propio cuerpo; esto hace que se produzca inflamación incluso cuando no hay ninguna amenaza presente.
Los estudios muestran que los factores de riesgo incluyen la edad y la raza:la mayoría de las personas son diagnosticadas antes de los 30 años y ciertas etnias, como los judíos Ashkenazi, son más susceptibles. Algunos factores están bajo su control y pueden ajustarse, como fumar cigarrillos y ciertos analgésicos, que pueden exacerbar la enfermedad inflamatoria intestinal.
Si su médico sospecha que puede tener EII, realizará una serie de pruebas de diagnóstico. Los análisis de sangre y las muestras de heces son útiles para descartar anemia o signos de otras infecciones o bacterias.
Una de las mejores maneras de determinar si un trastorno gastrointestinal está en juego es mediante el uso de procedimientos endoscópicos, como una endoscopia o una colonoscopia.
Si está lidiando con la incomodidad de la EII, busque el consejo de un experto de confianza. Desde 1980, nuestros médicos en Austin Gastroenterology han estado diagnosticando y tratando una amplia variedad de enfermedades gastrointestinales.
Aprovechamos las técnicas más avanzadas para brindar una atención personalizada e incomparable a nuestros pacientes. Para obtener más información o para programar una cita, llámenos a nuestra ubicación más cercana o complete nuestro formulario de solicitud de cita en línea. Esperamos poder ocuparnos de cualquier problema que le aqueje para que pueda volver a disfrutar de la vida.