Hay muchos tipos diferentes de trastornos gastrointestinales, pero los trastornos gastrointestinales funcionales (FGID) son únicos. En los FGID, su tracto gastrointestinal funciona mal. Los FGID no tienen causas "externas", como tumores o desequilibrios químicos. Lo que puede frustrar a algunos pacientes es que, aunque los FGID causan síntomas muy reales y, a veces, muy dolorosos, las pruebas tradicionales y las exploraciones por imágenes no pueden diagnosticar los FGID.
Muchas pruebas médicas de rutina, como radiografías, tomografías computarizadas, análisis de sangre y exámenes endoscópicos arrojan resultados normales cuando se usan para diagnosticar la causa de los síntomas de FGID.
Es frustrante para algunos pacientes que sufren de FGID que les digan que su enfermedad está "en su cabeza" o que están "bien" cuando los resultados de las pruebas resultan negativos.
Aunque se estima que aproximadamente 25 millones de personas en los Estados Unidos sufren de trastornos gastrointestinales funcionales, la mayoría de ellos no busca tratamiento ni consejo médico. Además, muchos pacientes con FGID faltan al trabajo o la escuela debido a los síntomas que experimentan. De hecho, el síndrome del intestino irritable, un tipo de FGID, es la segunda causa más frecuente de ausencia al trabajo o la escuela, después del resfriado común.
Hay más de 20 tipos diferentes de trastornos gastrointestinales funcionales identificados hasta la fecha. Los más comunes incluyen:
Su médico o especialista no puede depender de pruebas estandarizadas como radiografías o análisis de sangre, que volverán a la normalidad. El diagnóstico debe hacerse con un estudio cuidadoso de sus signos y síntomas. Se desarrolló un conjunto de criterios denominado “Criterios de Roma” para el diagnóstico adecuado de los TFGI. Detalla el conjunto de síntomas y signos que indican un diagnóstico para cada enfermedad específica.
El tratamiento para los FGID es específico para el paciente:cada persona experimenta los FGID de manera diferente y cada persona reacciona de manera diferente a las opciones de tratamiento. Los antiespasmódicos que reducen las contracciones en el tracto gastrointestinal pueden ayudar a aliviar los espasmos. Los medicamentos antidiarreicos también pueden ayudar. Es importante ver a un experto en salud gastrointestinal y alguien con experiencia en los matices de los FGID.
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