La intoxicación con paracetamol (acetaminofeno) es una causa común de lesión hepática. La evidencia de todas las intervenciones para la sobredosis de paracetamol es débil. El carbón activado, lavado gástrico y la ipecacuana pueden reducir la absorción de paracetamol si se inicia dentro de una a dos horas de la ingestión de paracetamol, pero el beneficio clínico es incierto. El carbón activado parece ser la mejor opción si el paciente es compatible. N-acetilcisteína parece ser superior a la no intervención y otros antídotos (dimercaprol, cisteamina) y se debe administrar a pacientes con riesgo significativo de daño hepático. Sin embargo, la N-acetilcisteína superioridad a metionina no está claro. El trasplante de hígado se beneficiará claramente a los pacientes con insuficiencia hepática irreversible. Sin embargo, la identificación temprana de estos pacientes es problemático y no se ha informado de los resultados a largo plazo en este grupo de pacientes. Otras intervenciones no han mostrado ningún beneficio clínico para la sobredosis de paracetamol.