El estudio, publicado en la prestigiosa revista Microbiología de la naturaleza , es una colaboración global con más de 115 científicos provenientes de 65 países en seis continentes. El equipo descubrió que existe un virus común llamado crAssphage en las aguas residuales de más de un tercio de los países del mundo.
"Este trabajo es un ejemplo de ciencia colaborativa, donde todos los investigadores proporcionaron secuencias de virus de todo el mundo para comprender los orígenes de nuestro microbioma, una parte esencial de quienes somos, y cómo cambia con el tiempo, ", dijo el Dr. Antón." CrAssphage es un elemento natural y crucial para una microbiota intestinal equilibrada, "ella señaló.
CrAssphage es un poderoso indicador de contaminación fecal e impactos humanos. Puede que algún día ayude a los científicos a manipular el microbioma intestinal dirigiéndose a las bacterias dañinas. "Saber cómo funciona abre el camino a nuevas líneas de investigación para eliminar las bacterias dañinas para los humanos, "Agregó el Dr. Antón.
Co-líder, El profesor asistente Bas Dutilh de la Universidad de Utrecht en los Países Bajos, tiene una hipótesis de por qué este virus está tan extendido. "CrAssphage no parece tener ningún beneficio directo, por ejemplo a nuestra salud. Pero encontramos virus estrechamente relacionados en muestras fecales de gorilas, monos y otros primates salvajes. Basado en estos resultados, creemos que ha evolucionado con nosotros durante millones de años, y difundirse con humanos en todo el mundo. Esta es la primera vez que alguien ha demostrado que los virus intestinales humanos pueden ser al menos tan antiguos como el linaje humano ".
Líder del proyecto, El profesor Robert Edwards de la Universidad Estatal de San Diego en California, USA dijo:"Estamos en deuda con todos los increíbles colegas de todo el mundo que nos ayudaron a explorar la diversidad global de este virus único. Este es verdaderamente el primero en el mundo en el alcance global y la naturaleza del proyecto".
La investigadora de la UA, Josefa Antón, concluyó:"Fue una experiencia gratificante formar parte de este consorcio diseñado para investigar el poco conocido virus crAssphage". El estudio no hubiera sido posible sin la ayuda de la Universidad de Alicante, cuyo Laboratorio de Ecología Microbiana Molecular obtuvo secuencias de ADN de crAssphage encontrado en las aguas residuales de Alicante, proporcionando así datos clave para apoyar el análisis.