La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) se refiere en términos generales a la inflamación crónica de los intestinos. A menudo se combina con una afección no inflamatoria llamada síndrome del intestino irritable (SII). Ambos pueden causar diarrea, estreñimiento, dolor abdominal y calambres.
Aunque los dos trastornos comparten nombres y síntomas similares, son condiciones diferentes que requieren tratamientos diferentes.
Se desconocen las causas exactas de la EII y el SII. Los investigadores creen que son el resultado de una reacción autoinmune. El estrés y el consumo de ciertos alimentos pueden desencadenar o agravar los síntomas de cada enfermedad.
¿Qué es la enfermedad inflamatoria intestinal (EII)?
La EII es la inflamación crónica de cualquier parte del tracto digestivo (desde la boca hasta el ano). Hay dos tipos principales de enfermedad inflamatoria intestinal:
Los síntomas exclusivos de la EII incluyen sangre en las heces, dolor en las articulaciones, problemas de la piel y pérdida de peso inexplicable.
Los investigadores creen que una reacción exagerada del sistema inmunológico del cuerpo y la genética juegan un papel en la EII.
Para diagnosticar la EII, un médico puede querer ver el tracto digestivo a través de una endoscopia, durante la cual se puede tomar una biopsia. Se puede usar una muestra de heces para comprobar si hay hemorragia interna.
El tratamiento de la EII depende de la forma diagnosticada. El objetivo principal es tratar y prevenir la inflamación, que puede dañar los intestinos.
¿Qué es el Síndrome del Intestino Irritable (SII)?
El SII es un trastorno funcional menos grave. En pacientes con SII, el sistema digestivo parece normal pero no funciona de manera eficiente. SII también se conoce como colon espástico o intestino espástico .
El SII es un trastorno crónico que afecta las contracciones musculares del intestino y no se caracteriza por inflamación intestinal. A diferencia de la EII, el SII no causa inflamación, úlceras ni daño intestinal. No es una enfermedad:los pacientes con SII no muestran signos clínicos de enfermedad y, a menudo, obtienen resultados normales en las pruebas.
Los pacientes con SII se clasifican como con estreñimiento predominante, diarrea predominante o dolor predominante, según su síntoma principal. La calidad de vida de un paciente depende de los síntomas y su frecuencia.
Las posibles causas pueden incluir bacterias, problemas de neurotransmisión entre el tracto digestivo y el cerebro, sensibilidad a los alimentos, estrés y hormonas.
El SII a veces se denomina "diagnóstico de exclusión", en el que el médico descarta otras afecciones antes de diagnosticar el SII.
El tratamiento puede incluir ciertos medicamentos como antiespasmódicos intestinales como la hiosciamina (Levsin) o la diciclomina (Bentyl). La cirugía nunca se prescribe para el SII ya que no hay daño físico que corregir. En cambio, los tratamientos se enfocan en reducir los síntomas mismos.
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