El síndrome del intestino irritable y otras afecciones gastrointestinales pueden causar dolor e incomodidad tan extremos que intentará cualquier cosa para aliviar los síntomas. Si bien puede ser tentador ir a la farmacia durante un brote en busca de soluciones de venta libre, algunos de estos medicamentos pueden causar efectos secundarios o incluso empeorar el dolor y la hinchazón.
Estos son algunos de los suplementos y medicamentos sin receta más comunes que las personas usan para tratar problemas gastrointestinales, y por qué pueden no ser una gran idea.
Usar un laxante cuando está estreñido puede parecer una solución de sentido común, pero muchos de estos medicamentos tienen efectos secundarios que podrían empeorar los síntomas del SII existentes. La hinchazón, los calambres, la diarrea y las náuseas pueden ocurrir con la mayoría de los medicamentos de venta libre, y algunos incluso pueden causar un desequilibrio de electrolitos o irritación estomacal. Además, el uso prolongado de laxantes estimulantes, como el sen o el bisacodilo, puede generar dependencia de los medicamentos para defecar.
Habrá ocasiones en las que sea necesario utilizar fármacos como la loperamida, también conocida como Imodium o Maalox, para controlar la diarrea. Sin embargo, el medicamento puede causar vómitos, dolor de estómago o estreñimiento, entre otros efectos secundarios, así que asegúrese de hablar con su gastroenterólogo acerca de si esta es la mejor opción. Puede haber soluciones de prescripción que sean más apropiadas para usted.
En su mayor parte, los suplementos de fibra pueden ser una parte segura y saludable de su régimen diario. Los problemas surgen cuando toma demasiada fibra a la vez o no bebe suficiente agua con los suplementos. Esto puede provocar heces blandas, dolor, hinchazón o gases. Si descubre que tomar cápsulas de fibra es ineficaz o produce efectos secundarios, hable con su médico sobre qué tipo de suplementos debe tomar, así como cuándo y cuánto.
Los analgésicos comunes, como los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), que incluyen aspirina, ibuprofeno y naproxeno, pueden aliviar el dolor asociado con el SII, pero también pueden exacerbarlo. Algunos estudios han demostrado que los AINE irritan el intestino delgado, lo que puede empeorar el malestar gastrointestinal. Si experimenta molestias o dolor en las articulaciones, que comúnmente acompaña a la enfermedad inflamatoria intestinal, hable con su médico acerca de qué medicamentos son seguros para usted.
Siempre consulte con su gastroenterólogo antes de cambiar su régimen. Incluso los medicamentos que parecen inocuos pueden tener reacciones con los medicamentos actuales, por lo que la automedicación nunca es una buena idea si tiene una enfermedad crónica.