El síndrome de vómitos cíclicos (CVS) es un trastorno con episodios repetidos de náuseas y vómitos intensos que se alternan con períodos sin síntomas. Ocurre en niños y adultos.
Los episodios de síntomas tienden a seguir el mismo patrón en cada persona con CVS a lo largo del tiempo. Normalmente hay cuatro fases:
En CVS, el patrón de estos episodios se repite a largo plazo, con 3 o más episodios al año.
Un médico puede diagnosticar el Síndrome de vómitos cíclicos (CVS, por sus siglas en inglés) basándose en un historial completo, un examen físico y los síntomas. No hay prueba para CVS. Se pueden hacer pruebas para descartar otras condiciones. Al principio se puede sospechar una infección viral. Los viajes repetidos a las salas de emergencia no son infrecuentes, especialmente hasta que se realiza un diagnóstico. Muchas personas con CVS también informan dolores de cabeza por migraña o antecedentes familiares de migrañas.
La causa del CVS aún no se conoce. Los científicos están analizando los factores genéticos, hormonales y de otro tipo que pueden contribuir a los síntomas.
En general, el tratamiento incluye evitar los posibles factores desencadenantes, tomar medicamentos para prevenir los episodios o reducir los síntomas y recibir cuidados de apoyo durante los episodios.
Los factores desencadenantes como el estrés, la ansiedad o ciertos alimentos variarán entre las personas. Trate de identificar y evitar los desencadenantes.
Los tratamientos farmacológicos se pueden dividir en tratamiento a corto plazo de los episodios de vómitos y tratamiento a largo plazo para tratar de prevenir los episodios. A corto plazo, los agentes antieméticos pueden reducir las náuseas y los vómitos. Los medicamentos contra la ansiedad y la migraña también pueden ayudar. A largo plazo, un antidepresivo tricíclico puede ayudar a prevenir las náuseas y los vómitos. También se pueden usar otros medicamentos como terapias preventivas.
Los vómitos continuos pueden causar otros problemas, que también deben tratarse. Los ejemplos incluyen pérdida de líquidos (deshidratación), desequilibrio de electrolitos e irritación del esófago (tubo de alimentación).
A menudo es útil tener a mano una carta de su médico que describa su diagnóstico de síndrome de vómitos cíclicos y el tratamiento adecuado para usted. Tener un tratamiento planificado, rápido y efectivo ayuda a poner en práctica la atención de manera temprana si se necesita un tratamiento de emergencia. También ayuda a reducir la preocupación. El apoyo planificado y la acción temprana ayudan a mejorar el tratamiento de CVS.
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