Pacientes que experimentan varios signos de problemas digestivos, como dificultad para tragar alimentos, náuseas o vómitos, o pérdida de peso inexplicable, es probable que necesiten un EGD.
No puede comer ni beber nada durante ocho horas antes de su procedimiento. Para iniciar el procedimiento, aplicamos un anestésico local en la parte posterior de la garganta para facilitar la inserción del endoscopio. Próximo, le daremos un sedante y analgésico por vía intravenosa para ayudarlo a relajarse y adormecerlo. Te acostarás de lado y te regalamos una boquilla. Luego insertamos el endoscopio en su boca y lo movemos a través del esófago hasta el estómago. El endoscopio transmite video que se ve en tiempo real en un monitor adyacente a su cama. A medida que el endoscopio viaja por su tracto gastrointestinal, nuestros médicos pueden buscar cualquier anomalía. Se graba el video. Todo el procedimiento toma solo 15-20 minutos.
Una EGD es más precisa que una radiografía para detectar crecimientos anormales como el cáncer y para examinar el interior del sistema digestivo superior. Ciertas anomalías se pueden tratar con el endoscopio.
Lo mantenemos en una sala de recuperación durante 30 minutos después de su EGD para observación. Su garganta tendrá un dolor temporal debido al endoscopio, pero esto pasa en unas pocas horas y las pastillas para la garganta ayudan.
Una vez que esté completamente despierto, discutiremos los resultados de su endoscopia.
Si tiene alguno de los síntomas anteriores, no dude en llamarnos a Ogden Clinic GI en McKay. Es posible que necesite una endoscopia superior. Llame al 801-387-2550 para programar una cita.