Un intestino obstruido es una obstrucción del intestino delgado o grueso. Los signos de un intestino bloqueado incluyen calambres, náuseas, vómitos, distensión abdominal y dolor abdominal.
En términos generales, los intestinos son los intestinos delgado y grueso. Cuando el estómago descompone los alimentos, los pasa al intestino delgado, que absorbe minerales y nutrientes. El intestino delgado pasa las sobras al intestino grueso, que funciona para absorber agua y nutrientes adicionales.
Si sucede algo que bloquea el flujo de alimentos en los intestinos, se interrumpe el proceso digestivo. Los materiales ya no se mueven a través de los intestinos como deberían, lo que provoca problemas digestivos. Es esencial conocer los signos de los intestinos bloqueados para que pueda obtener ayuda de su médico de inmediato. Si no se trata, los intestinos bloqueados pueden causar una infección abdominal u otras afecciones de salud graves.
Las obstrucciones del intestino delgado generalmente se acompañan de los siguientes síntomas:
Tanto el intestino grueso como el delgado pueden bloquearse parcial o totalmente, según la causa. Ambos intestinos pueden estar bloqueados por una obstrucción funcional, donde no hay obstrucción física, pero la comida no se mueve. También puede haber un bloqueo mecánico, donde hay algo que impide físicamente que los alimentos se muevan.
Pueden ocurrir varios tipos diferentes de obstrucciones dentro de los intestinos, según el intestino afectado.
Intestino delgado
El intestino delgado es más comúnmente bloqueado por:
Intestino grueso
El intestino grueso puede estar obstruido por:
Si experimenta alguno de los síntomas de un intestino bloqueado, llame a su médico de inmediato. Es posible que le digan que vaya a la sala de emergencias o que venga para un diagnóstico y pruebas.
Su médico le hará preguntas acerca de sus síntomas y realizará un examen físico de su área abdominal. Además, pueden tomar una muestra de sangre para evaluar sus niveles de electrolitos e hidratación. El médico también puede ordenar una radiografía de su abdomen para ver si tiene algún bloqueo. Como último recurso, es posible que deseen realizar una cirugía para observar el interior de sus intestinos en busca de tejido cicatricial u otras afecciones.
El tratamiento para una obstrucción intestinal depende del tipo de bloqueo que encuentre su médico. Si la obstrucción es una acumulación de material en uno de sus intestinos, el tratamiento generalmente comienza con líquidos intravenosos y un tubo que se inserta a través de la nariz para succionar el gas acumulado. Esto le da a su cuerpo la oportunidad de desbloquear el intestino por sí mismo. Si los líquidos no ayudan o el bloqueo es funcional, el médico considerará otras opciones:
Algunos métodos podrían ayudar a prevenir obstrucciones intestinales. Por ejemplo, una dieta balanceada que incluya verduras, frutas y mucha agua puede garantizar que obtenga suficiente fibra y líquidos para mantenerse hidratado y reducir la acumulación de gases. Trate de no levantar objetos pesados, ya que esto tiende a ejercer presión sobre las paredes abdominales y puede causar desgarros.
Visite a su médico regularmente para chequeos y asegúrese de hablar con él sobre cualquier problema o inquietud. La detección temprana de una obstrucción intestinal puede reducir la posibilidad de que se vuelva más grave.