Dos procedimientos con nombres vagamente similares realizados por especialistas pueden confundirse de vez en cuando. Tanto la colonoscopia como la endoscopia son utilizadas por especialistas para examinar y diagnosticar problemas existentes y potenciales dentro del cuerpo de una persona. Sin embargo, donde se originan estos problemas es en el quid de la diferencia entre los dos procedimientos.
El colonoscopia – Investigaciones recientes han demostrado que las tasas de cáncer de colon han disminuido en todo el país debido a un aumento en la concientización y la detección temprana que se encuentran en exámenes de detección conocidos como colonoscopias. Una colonoscopia es un procedimiento que le permite a un médico examinar el revestimiento de su colon, también conocido como su intestino grueso. Un colonoscopio, que es un tubo muy pequeño, se inserta en el ano y, con el uso de una pequeña luz y una cámara en el extremo del dispositivo, se avanza hacia el recto y hasta el colon. Los pacientes no deben preocuparse por la incomodidad durante el procedimiento, ya que estarán sedados durante los 15 a 20 minutos completos que demora en completarse. Para las personas mayores de 50 años, es muy importante que se hagan una colonoscopia cada diez años. Para aquellos con antecedentes familiares de cáncer de colon, las pruebas de detección deben comenzar antes. Si tiene antecedentes familiares de cáncer de colon, o si experimenta los siguientes síntomas:sangre en las heces, dolor abdominal constante, pérdida de peso no planificada y/o fatiga con dificultad para respirar, es necesaria una visita a su médico para analizar sus antecedentes familiares y/o síntomas y determinar si se necesita una colonoscopia. Recuerde, se considera que una colonoscopia es la mejor prueba posible para determinar la salud de su colon.
El endoscopia – se utiliza una endoscopia para examinar el tracto GI superior de una persona. El tracto GI superior es la garganta, el esófago, el estómago y el comienzo del intestino delgado de una persona. De nuevo, se utiliza un pequeño tubo, esta herramienta se llama endoscopio y durante el procedimiento se introduce en la boca y avanza hasta el duodeno (intestino delgado). Durante una endoscopia, usted está sedado y la mayoría de las personas han descubierto que experimentaron muy pocas molestias después del procedimiento. Una endoscopia se puede usar para muchos propósitos, incluida la detección de úlceras, crecimientos anormales, inflamación, obstrucciones, hernias de hiato y cualquier síntoma potencialmente canceroso. Un médico puede solicitar una endoscopia si una persona experimenta náuseas, dolor abdominal, dificultad para tragar, pérdida de peso o sangrado gastrointestinal.
Tanto el procedimiento de colonoscopia como el procedimiento de endoscopia son herramientas seguras y efectivas que los médicos GI utilizan para examinar a un individuo desde una perspectiva interna. Si descubre que está experimentando alguno de los síntomas enumerados anteriormente, o si tiene más de 50 años y aún no se ha realizado una colonoscopia, comuníquese con San Francisco Gastroenterology para analizar sus opciones.